«La solución tecnológica perdura sólo cuando hay disrupción»
El experto mundial en Inteligencia Artificial, oriundo de la India, inauguró los Encuentros Significativos del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), donde hizo hincapié en que la industria 4.0 sólo puede existir si da soluciones reales, casi obligatorias, a las personas y la sociedad. La tecnología como fetiche simplemente no sirve, en su opinión. La visita de Mudankan Govindaraj a Chile no pasó inadvertida. Experto global en inteligencia artificial (IA), expuso sobre realidad aumentada y tecnología disruptiva, al inaugurar los Encuentros Significativos del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST). «Creo que la inteligencia artificial hará un gran cambio. Por ejemplo, los escaneos de retina de Google pueden predecir hoy cuándo una persona tendrá diabetes u otras enfermedades», apuntó en una exposición de más de una hora ante gerentes de decenas de empresas. Miembro del Boston Consulting Group, Govindaraj detalló que la IA ya investiga cómo imprimir órganos, crear casas auto sustentables y, por cierto, modificar los modos de producción. «No vamos a perder el control de las máquinas», recalcó Soluciones Obligatorias ¿Cuál ha sido la estrategia de la industria para acercar la inteligencia artificial a las personas? Aunque suene simple… Primero identificamos el problema y luego buscamos una solución. Pero lo importante es que usemos la inteligencia artificial solo cuando necesitemos una solución más inteligente. Por cierto, no debería ser solamente algo bueno, sino también necesario, casi obligatorio. Es un proceso creativo que consta de varias partes. Comienza con un storyboard, que es cómo hacer un esquema, un dibujo del problema. La segunda parte es una prueba del concepto y de la solución inicial, con ejemplos de data. Si parece factible, te mueves para adelante. ¿Cómo ha afectado la inteligencia artificial la cultura de las organizaciones? Al comienzo, todo estaba centrado en el área del entretenimiento. Hoy ha derivado hacia la salud y la infraestructura, principalmente. Lo importante es que esto puede solucionar problemas reales. ¿Cómo se humaniza el trabajo con esta tecnología? Las tecnologías vienen y van, pero la solución solo perdura cuando hay disrupción. Por eso es tan importante apoyar a las pequeñas empresas starpup, en el desarrollo de sus productos e ideas. La tecnología, en términos de uso, puede ayudar a comunicarnos sin la necesidad de un traductor, por ejemplo. Las retinas de Google ¿Cuáles son las preguntas que tú te haces respecto de la tecnología, la inteligencia artificial? Creo que la inteligencia artificial hará un gran cambio. Por ejemplo, los escaneo de retina de Google pueden predecir hoy cuándo una persona tendrá un ataque al corazón o diabetes. ¿Qué otra aplicación tiene en salud? Sirve mucho para operar máquinas complejas en hospitales. Se pueden realizar cirugías robóticas, rebajar los costos y validar los procedimientos en el minuto. ¿Y ya es posible imprimir órganos? Sí, ese es un gran salto… Ya no será necesario que haya cadáveres para realizar un trasplante. Se están haciendo experimentos para imprimir pequeños trozos de tejido, pero todavía no estamos en la etapa de imprimir órganos completos, El mundo no lo controlan las máquinas ¿Podemos asegurar que los seres humanos no perderán, el menos en parte, el control de un mundo regido por la inteligencia artificial” Tenemos la certeza de que esto no va a ser controlado única y exclusivamente por las máquinas, sino que seremos los intermediarios entre la tecnología y el sistema. ¿Qué es la realidad aumentada? Este mundo en el que estamos es el mundo clásico, pero hay otro mundo que vive en paralelo que es el mundo digital. Ahí están las redes sociales, como Facebook y LinkedIn, donde también...
Leer másUn modelo social exportable y replicable basado en la prevención
Chile cuenta con un seguro social obligatorio contra accidentes del trabajo y enfermedades profesionales que, por sus características y desempeño, ha alcanzado una alta valoración a nivel internacional. Especialmente por su amplia cobertura en términos de prestaciones, por su excelente relación costo-efectividad y por haber logrado reducir la tasa de accidentabilidad desde un 35% a un 3,6% desde su creación a la actualidad. Es así como en más de sesenta años el sistema de mutualidades ha demostrado ser exitoso y ha cumplido satisfactoriamente el mandato de la ley. Su permanencia en el tiempo -prácticamente sin cambios sustanciales a la normativa-, sus indicadores -que apuntan a importantes logros en la disminución de accidentes, a la innovación en prevención, a la disminución del plazo en que los trabajadores accidentados se recuperan, al pago oportuno de las prestaciones económicas, como asimismo a primas del seguro reguladas por la Autoridad que resultan bajas en cualquier benchmarking internacional-, son aspectos que hablan de la solidez del sistema. En el mismo sentido apunta su gran legitimidad social como modelo de asociación público-privada, legitimidad que refuerza la posibilidad de replicarlo en otros ámbitos de la seguridad social. Su éxito, legitimidad y permanencia radican en la sinergia del conjunto de pilares que lo rigen: No hay fines de lucro y todo excedente se reinvierte en el sistema. La mutualidad tiene una obligación integral que la obliga a asesorar en prevención, a curar, a pagar la remuneración del trabajador accidentado y su pensión, si el caso lo amerita. Todo trabajador accidentado recibe una atención médica de excelencia sin copago alguno, independiente de su aporte al sistema, lo que implica un grado importante de solidaridad. Rol asesor de la mutualidad en prevención a las organizaciones. Autonomía de gestión. Estado subsidiario. Cotizaciones reguladas por la Autoridad que consideran una componente solidaria. Competencia leal entre mutualidades. Directorios paritarios. Fiscalización orientada a resultados. Estos pilares forman un todo integral sensible al cambio en cualquiera de ellos. Lo que lo hace un modelo que, como país, tenemos el deber de cuidar. En este sistema, el IST ha jugado el rol fundamental de fundador. El 31 de diciembre de 1957 -más de una década antes de la promulgación de la ley 16.744 que regula el funcionamiento del sistema hasta la actualidad-, un grupo de empresarios privados de la V Región de Valparaíso reunidos en ASIVA y preocupados por la gran accidentabilidad de sus trabajadores y por su deficiente recuperación -al no existir centros especializados debiendo atenderse en los centros de salud públicos en vez de seguir el camino usual de recurrir al Estado-, decidieron acoger las propuestas de alto contenido de responsabilidad empresarial elaboradas por don Ladislao Lira Larraín, quien los instaba a crear una empresa especializada para abordar esta problemática por sí mismos. Así es como nace el Instituto de Seguridad Industrial ASIVA, ISA, una entidad totalmente privada, y la primera de su género en el país, dando así comienzo a lo que actualmente es el IST. Respetando la prioridad por la protección de la vida y la vocación innovadora que le legaron sus fundadores, el IST, en sus 60 años de historia, ha estado permanentemente a la vanguardia en prevención. Hoy, la propuesta del IST nace de constatar que los modelos imperantes en la gestión preventiva tienen ciertas limitaciones y ponen el énfasis sólo en aspectos técnicos, dejando de lado aspectos del ámbito social y relacional, y que las conductas y acciones de las personas obedecen a razones complejas, dinámicas y multicausales. Es por ello, que el IST se ha propuesto humanizar, enriquecer y ampliar la manera de hacer prevención,...
Leer másAprender ¿para el ego o para el mundo?
Me invitaron a participar a una jornada Outdoors (jornada al aire libre de integración y trabajo en equipo) organizada internamente para nuestro equipo de trabajo. Cuando me llegó la invitación no tenía claro para qué era y con el juicio de que podría ser una jornada más de lo que nosotros hacemos, que son experiencias especiales y enriquecedoras. Llegó el día de la jornada y partí con entusiasmo, con sueño y contenta. Para mí es agradable, y siempre es un gusto vivir un Outdoors, el contacto con la naturaleza, el salir y estar con mis compañeros de trabajo desde otra instancia, siempre es un regalo. Fuimos acercándonos al lugar y mis sentidos se empezaron abrir, los aromas empezaron a sentirse; el verde de los bosques, le dieron tranquilidad a mi mirada; el sonido de la brisa y de los pájaros, le dieron paz a mis oídos; el gusto de la comida, me conecta con el disfrute y a medida que mis compañeros llegaban, mi corazón latía con más fuerza; la sensación de estar viva se manifestaba y la podía percibir, ¡estaba en mí y estaba con otros!, la gratitud hacia la Vida se hacía presente. Después tomamos desayuno todos juntos y cuando terminamos, salimos del comedor para empezar con nuestro primer desafío, el conversar con un compañero desde el corazón, en donde se empieza a develar el alma… ya anticipaba lo que podía ser esta jornada, me sentía parte de un solo cuerpo, algo así como un “Yo Somos” en vez de una “Yo Soy”. Hasta que nos dicen que esta jornada es para el aprendizaje de los nuevos integrantes del equipo, quienes serán a la vez, los que van a facilitar los desafíos acompañados por un Coach Senior en estas jornadas y certificarlos como guía Outdoors por la Multiversidad IST…¡ Qué bueno!- pensé; hasta que escucho mi nombre seleccionado como facilitador-aprendiz para ser certificado y, al momento de escucharlo, se me asoman mis propios fantasmas: “me van a evaluar delante de todos”, “tengo miedo”, “¿si lo hago mal y dejo la embarrada?”, “¿y si me bloqueo?”, aparecieron los boicoteadores: “esto no me gusta”, “yo no sirvo para esto”, y en ese momento me olvide de la conexión con la vida, en el “Yo Somos”, me encerré y volví a mirarme el ombligo en un “Yo Soy”. Me designaron grupo, y ¡tenía a 2 Coach que me observarían!, el desafío que tenía que liderar era una vivencia de la confianza, “¿Por qué justo ese desafío me habrá tocado a mí?”, caminé con el grupo hasta el lugar, iba muy nerviosa, seguía olvidándome de la vida y todas esas cosas lindas que en un momento había sentido, ensimismada, con miedo a la evaluación, hasta que llegué al lugar para empezar, y respiré para comenzar. Una vez que empecé a mirar los ojos de mis compañeros, a escuchar sus voces me fui tranquilizando y conectando nuevamente con ellos, caminamos, pasamos por unos puentes, conversamos hasta que hicimos el desafío y mis acompañantes-coach me daban amor, cercanía y feedback, lo pongo en ese orden, porque así lo sentí. Pasaron 3 grupos más, y por cada grupo que pasaba, me sentía más “tomada” por el trío Aprendizaje – Confianza – Conexión. Debo declarar que para mí esta jornada Outdoors fue una de las más poderosas que he vivido, porque pude ver un paradigma en que he habitado mucho tiempo en que “el aprendizaje es para mí” y desde ese lugar aparece mi Ego en Gloria y Majestad (sobre todo cuando ha habido una historia de éxito detrás), se me manifiesta la exigencia desbordada...
Leer másAprendiendo de los caballos
Aprender de los caballos…. ¿aprender de los caballos?!! Me pregunté con algo de sorpresa cuando nos llegó la invitación para tener una jornada de trabajo en equipo… con caballos. Sonaba interesante y desafiante! Partimos tempranito, todos los que conformamos este equipo de la Gerencia de Desarrollo Humano del IST, de personas que trabajamos con personas. La perspectiva de ir a trabajar al campo, con caballos, a hacer algo distinto, nos llenaba de alegría. El sol de invierno que asomaba de los cerros de Chacabuco nos daba la bienvenida a este día de trabajo distinto. El frescor de la mañana, el ‘olorcito’ a campo, los espinos amaneciendo entre la bruma, nuestra algarabía al llegar y nuestras ganas de estar allí, todo hacía que presagiara “hoy puede ser un gran día”. “Los caballos y nosotros somos mamíferos, ambos necesitamos a la manada… sin embargo, la gran diferencia es que ellos son herbívoros y nosotros depredadores…”. Esas palabras del instructor calaron hondo en mí. – ¿Qué significado profundo tendrá esto que él dice? – pensé sin sospechar que esas palabras que no terminaba de entender aún serían la simiente de mi aprendizaje ese día. Y nos fuimos al potrero, allá al territorio de los caballos. Y creyendo que podía atrapar a uno de ellos (dada mi experiencia de haber montado caballos, por trabajo o por paseo, en algunas épocas de mi vida) me dispuse a ofrecerme para el primer desafío! Entré al ruedo, bien cancherita yo, a atrapar a mi presa. ¡Así lo estaba viendo!. Él la presa, yo el depredador. Desde allí nada fue posible. Yo me acercaba sigilosamente para ponerle un lazo al cuello y él se iba veloz, bello, brioso, vital. Como diciéndome ¡así no lo vas a conseguir!. Ahora comenzaban a cuajarse en mí las palabras iniciales del instructor. ¿Qué clase de depredador estoy siendo? No es el que se come a la presa, ese no, sin embargo siento mis ansias de dominio, mis ganas de ganarle, mi supremacía intelectual, mi expectativa de ser reconocida por mis compañeros como “la que pudo atraparlo”, mi frustración por no poder lograrlo. Mi completa humanidad, con sus luces y sobre todo con sus sombras, puesta de manifiesto allí en el potrero!! Uff! Parece que esto no se hace así… o más bien parece que hay un lugar distinto en donde quisiera pararme (de parada frente al mundo) para poder intentarlo. Entonces algo comenzó a pasarme. Tal vez el hecho de pensar en ese lugar distinto me abrió un portal para entrar a ese “estar nuevo”. El mismo potrero, distinta “parada”. ¿Quién es esa parte de mi que estaba ahora allí? No es la que quiere ganar y llevarse los aplausos de los compañeros. No, esa no es. Es una que, de sopetón, comprendió mas allá de su entendimiento, que no tiene para qué dominar, que ni siquiera se trata de dividirse en dominador y dominado, que tampoco se trata de atraparlo sino de que me regale el privilegio de su mansedumbre y su confianza. Quiero ser confiable para él! Se me paran los pelos… lo que me surge es respetarlo aquí, en su potrero!.. Lo que me acontece es acompasar su ritmo en silencio…lo que comienza a sucederme es presentarme ante él, mostrándole mi alma sin dobleces y él, como sabiendo que tocó mi ser, responde mirándome con sus ojos de uva, dándome permiso para acercármele. Qué honor la delicadeza de este encuentro mamífero, cuando me deja tocarlo!!. Sin miedo él, sin miedo yo, confiando en la sabiduría natural del lugar, de los cerros, de los espinos, de la brisa, del...
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